Anne

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No había dicho nada sobre la dramática muerte de una niña de tres años en Treviño porque me había parecido que lo primero era el dolor de la familia y la prudencia hasta que se aclarara lo sucedido. Sin embargo, ayer tuve la desgracia de escuchar y leer, en un programa de televisión, un resumen de las declaraciones de tertulianos y políticos sobre el tema y la repugnancia que sentí fue inconmensurable.

"La niña ha muerto por ser burgalesa y no vasca" vociferaba el señor Hermann Tertsch desde el TDT Party sin ningún pudor después de que el diputado Olabarria, del PNV, tuviera que ser rectificado por su portavoz tras afirmar que si Treviño hubiera sido vasco, como quieren sus habitantes, esto no hubiera pasado. Por no hablar del argumento xenófobo del periodista Alfonso Merlos que sacó a pasear la atención sanitaria a extranjeros en España.

Vivimos en un país en el que la convivencia comienza a ser irrespirable. No nos escuchamos y cada acontecimiento se usa para ser lanzado como una piedra contra el enemigo. Y da igual que sean las balanzas fiscales que la trágica muerte de una niña si sirve como argumento para mis preconcebidos dogmas de fe. Hay una calaña de personas que no tienen corazón ni cabeza aunque, para no caer en otra costumbre patria, diré que no todos los tertulianos ni todos los políticos son iguales, afortunadamente.

Ahora resulta que aún no sabemos bien lo que pasó pero, es posible, que no tenga nada que ver con el estado de las autonomías ni con la vecindad de la niña aunque, a pesar de ello, en los medios sigamos asistiendo a un festival de especulaciones que no ayudan en nada a averiguar las causas ni, supongo, harán la menor gracia a la familia y amigos de la niña fallecida. 

Deberemos esperar a que se aclaren todas las circunstancias para exigir las responsabilidades que correspondan, por supuesto, y para rectificar cualquier defecto del sistema que provocara esa muerte para que no vuelva a suceder. Sinceramente, creo que eso, y el apoyo a la familia, es lo más importante ahora y no, desde luego, subir un poco más la audiencia de un programa ni rascar un puñadito de votos. Y los demás, por favor, que guarden un respetuoso silencio.

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