Los fariseos

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Cuenta la Biblia que Jesús, en reiteradas ocasiones, tuvo enfrentamientos con los fariseos. Éstos eran una secta de los judíos que, con gran afectación, exigían a los demás un escrupuloso cumplimiento de la ley, fingían una extrema austeridad y una férrea disciplina espiritual y que, sin embargo, no cumplían en su actuación personal aquello que pretendían imponer. De ellos proviene esa expresión de `rasgarse las vestiduras´ que, traducida al refranero castellano, podríamos convertir también en el más castizo `consejos vendo que para mí no tengo´.

Me ha parecido oportuna la referencia bíblica porque últimamente hay una forma de hacer política que se parece mucho a la de aquella secta judía. Se trata de esa política que convierte los principios y los valores que todo compromiso ideológico debe tener con dogmas de fe. Dogmas de fe indiscutibles sobre los que, por supuesto, no se puede argumentar ni debatir; o se abrazan sin preguntas o te conviertes en un hereje que atenta contra todo lo sagrado. Dogmas que se utilizan para ridiculizar, para atacar, para legislar en contra de quien no piensa como uno mismo. Dogmas que convierten a quien no está contigo en un enemigo sin principios ni escrúpulos que sólo se ocupa de intereses espurios. El problema es que su pose, brillante en los discursos, suele ser absolutamente hipócrita y se disuelve como un azucarillo cuando uno compara lo que dice y exige de los demás con su forma de actuar ante hechos similares.

Yo en política creo en el compromiso y en el trabajo, en la lealtad y los equipos, en los principios ideológicos y el diálogo, en el cumplimiento de la palabra dada y en la responsabilidad. No creo en los mesías ni en la pureza del espíritu, no creo en los salvapatrias ni en los guardianes de las esencias, no creo en los populistas ni los demagogos. Tampoco creo en los mártires así que tampoco hace falta que cite ejemplos concretos, cada uno recordará a quien quiera. Podéis haber pensado en los férreos defensores de la Constitución como norma sagrada que la vapulean cada día desde el Gobierno. Quizá habéis pensado en esos políticos instalados en el `o estás conmigo o contra mí´ con los que el país puede hacerse inhabitable. O podéis haber recordado como yo esa canción de Revolver que critica a los que “acuden los domingos a la iglesia y luego el lunes son peor que Satanás”. O podéis haber pensado en otra cosa…