El prestigio de Rajoy

|
Hace exactamente un año se celebraron las elecciones generales. Aún recordamos las palabras de Rajoy prometiendo un milagro y, aunque en realidad nadie terminaba de creérselo, hubo muchos que confiaron en que un cambio de Gobierno lo arreglaba todo. Pero las promesas de Rajoy no eran las de un aspirante a Presidente sino las de un ilusionista.

El `prestigio´, según una de las acepciones de la RAE, es un "Engaño, ilusión o apariencia con que los prestidigitadores emboban y embaucan al pueblo". Durante este año, Rajoy no ha hecho su milagro porque su único afán, desde la misma campaña electoral ha sido la de deleitarnos con sus trucos de magia.

Nada más empezar hizo el truco del cambiazo y nos dio programa electoral por liebre. Por ejemplo, donde decía que no subiría los impuestos, nos dedicó aumentos del IRPF, del IVA, de la luz y el gas que, junto a ideas peregrinas de la Junta de Castilla y León, como el céntimo sanitario, supondrán que cada familia burgalesa pagará este año unos 1.465 euros más en impuestos de media.

Luego nos hizo el truco del escapismo y, con un poco de humo, ha huido del Congreso y de los medios de comunicación. En la crisis más grave de nuestra historia, nuestro Presidente, el de todos, no da apenas explicaciones, hace comparecencias sin aceptar preguntas y la poca claridad que hemos obtenido de él, la hemos leído en periódicos de otros países.

Y, un año después, nos está haciendo el truco de la desaparición. Por arte de magia, y de los recortes, ha hecho desaparecer, de forma completa o parcial, la atención a la Dependencia, las becas, la sanidad pública, las infraestructuras, las ayudas al alquiler para jóvenes, la paga extra de los funcionarios, el Plan Garoña, el Salario Mínimo Interprofesional, las prestaciones por desempleo, la gratuidad de los medicamentos, entre otros.

El PSOE de Burgos ha elaborado un documento de análisis del año de Gobierno de Rajoy en nuestra provincia y el resultado es desalentador. Pero no nos hemos quedado ahí. Hemos hecho propuestas, algunas sin necesidad de gastar un sólo euro, para provocar la recuperación económica y generar empleo en algunos sectores estratégicos como las renovables, el turismo o los servicios sociales. El documento se puede consultar en nuestra página web y directamente en este enlace.   http://www.burgos.psoecyl.org/archivos/doc/20121120163926d_pdf.pdf

En todo caso, es preciso y urgente un cambio de rumbo. El dogma de los recortes se ha demostrado ineficaz y la austeridad por si sola, un suicidio económico. Debemos ser firmes contra los recortes y las mentiras pero también procurar hacer propuestas para la recuperación porque, lamentablemente, la gente cada vez lo está pasando peor y al Presidente ya no le quedan ases en la manga.

¿Cómo tratamos a los más débiles?

|
Hace un par de meses, a apenas unos metros de mi casa en León, una anciana tropezaba y caía al suelo  haciéndose una herida en el rostro. Alguien de mi familia, que escuchó el accidente, se acercó a socorrerla mientras llegaba la ambulancia que, finalmente, la llevó al hospital. Durante ese tiempo, la señora les contaba que iba, precisamente, hacia el hospital en el que estaba ingresada su hija desde hacía unos días aquejada de una grave discapacidad.

Unos días después fueron a visitarla al hospital y allí estaban la madre y la hija contentas porque habían podido ingresarlas en la misma habitación. La mujer de más de 80 años cuidaba ella sola a la hija, invidente y discapacitada, y para ambas unos días juntas en el hospital siendo atendidas era todo un descanso. Cuando me contaban su vitalidad y alegría a la vez que la difícil situación que atravesaban, no puede menos que pensar hacia dónde íbamos si ni siquiera en estas situaciones había un poco de ayuda para quien lo necesitaba tanto.

Hace dos días leía, entre escalofríos, que la policía había encontrado muerta en su casa de Astorga a una anciana y su hija. Al parecer, la madre había muerto de causa natural y la hija, al no poderse valer por si misma, fallecía poco tiempo después. Habían sido los vecinos quienes habían dado el aviso a la policía. Quizá debamos pensar en ellas cada vez que haya alguien que diga que la Ley de Dependencia es algo que no podemos permitirnos porque, rica o pobre, una sociedad se define por cómo trata a los más débiles.

Si plan ni central

|
Lo de Garoña y el PP comenzó como una historia de amor. Ambos se lanzaban piropos y ensalzaban las virtudes de una central absolutamente segura que producía una energía baratísima y que era imprescindible para tener energía en nuestras casas. Además, su cierre significaría acabar con el futuro de miles de familias y de toda una comarca en la que la central era una especie de ángel de la guarda que velaba por el interés común. Dejando aparte los anuncios que, durante meses, se pusieron en medios de comunicación o, incluso, en los autobuses urbanos, la campaña en contra de la decisión del gobierno socialista fue brutal con fotos entusiastas de Rajoy a pie de central prometiendo aquello de "Conmigo de Presidente, Garoña no cerrará".

Y fíjense dónde estamos. Resulta que las dos centrales nucleares que se han cerrado en este país lo harán con los pronucleares populares en el Gobierno. Resulta que Garoña no era tan segura (o no necesitaría invertir 120 M€ más en seguridad según el CSN) ni era tan rentable (o no argumentarían las eléctricas que poner un pequeño impuesto a sus beneficios las abocaba al cierre). Y desde luego, no era imprescindible porque cerrará sin que dejemos de poder dar el interruptor de la luz en nuestras casas.

Pero lo peor no es eso. Lo peor es que el PP prometió a los trabajadores de Garoña, a los alcaldes y a los habitantes de la zona afectada que si ellos gobernaban mantendrían la central y que el plan alternativo para crear empleo no sería necesario. Incluso alguno dijo que mantedrían también el Plan. Y les engañó. Y apenas un año después nos podemos encontrar sin central y sin plan.

Cada paso que se ha ido dando hacia el cierre ha sido respondido con estupefacción y desconcierto por parte del PP, por Herrera y por Rico. Pero no valen lamentos. Son ellos, junto a Rajoy, quienes se pusieron en manos de unas empresas eléctricas que ahora les chantajean. Han sido rehenes voluntarios y han padecido el síndrome de Estocolmo con sus secuestradores. Ahora se cruzan reproches con Nuclenor y en medio de su fuego cruzado están miles de familias.

Ahora son ellos quienes tienen que tomar las decisiones políticas, ellos han decidido el marco regulatorio en materia energética que está provocando el cierre Garoña y ellos son quienes pueden decidir si aportan dinero al plan Garoña en los presupuestos del Estado y de la Junta de Castilla y León. Ayer mismo, los parlamentarios del PP rechazaban en el Congreso una enmienda que incluía 25 millones de euros para el Reindus. De sus decisiones dependerá el futuro de Trespaderne, de Tobalina, de Miranda o de Villarcayo y, lamentablemente, cada vez queda menos tiempo.

Lo que el PSOE quiere es trabajar por el futuro y garantizar la seguridad. Para ello, nos hemos puesto manos a la obra y hemos pedido las comparecencias del Ministro y de la Presidenta del CSN en el Congreso. Queremos un cierre transparente y ejemplar desde el punto de vista de la seguridad y un compromiso claro con los trabajadores de la central durante el proceso de desmantelamiento y con la zona afectada mediante la recuperación del Plan Garoña. Ahora solo falta que el gobierno se desperece y reaccione.Creo que Burgos se lo merece.